Desde el principio lo tuvimos claro. Queríamos dedicarnos a lo que nos gustaba, convertir nuestra pasión en nuestro oficio. Nadie nos aseguraba que saliera bien pero había que intentarlo. El vértigo, implícito en cualquier cambio, se fue quedando sin argumentos. Era el momento de tomar la decisión que nos cambiaría la vida, y que a día de hoy, con seguridad, fue la correcta. Nacía Befresh.