Detrás de Chico de Barrio está Jamal Calle, un joven diseñador madrileño que viajó a Londres persiguiendo un sueño. Y lo consiguió. En la London Fashion Week 2013 fue galardonado como Best Male Designer 2013 por los miembros de la Academia de Moda y Artes Creativas (AFCA). Y el pasado mes de febrero, en la última London Fashion Week fue nominado al Britains Top Designer 2017 .
El teatro, la danza, la pintura y el hip hop son sus principales influencias. Pero su intención es ir un paso más allá. Chico de Barrio es un marca 100% orgánica que pretende alzar la voz para promover los derechos humanos y el respeto por el medio ambiente, de ahí su implicación a lo largo de todo el proceso de producción. Todo un ejemplo de creatividad, dedicación y esfuerzo.
Befresh: ¿Quién es Chico de Barrio?
Jamal Calle: Chico de Barrio es una forma de vivir. Da igual dónde nazcas, todos llevamos dentro nuestra propia esencia, en cada ser humano está la llave para transformarse a uno mismo y a la sociedad.
BF: ¿Cómo empezaste en el mundo de la moda?
JC: A los seis años empecé con el breakdance, pero estuve muy influenciado por mi abuelo y por mi padre, el sindicalista más incorruptible que he conocido nunca. De alguna forma la moda fue el medio para canalizar toda esa evolución personal.
Echando la vista atrás, todo empezó con el hip hop, en 1994, cuando con 14 años me subí por primera vez a un escenario. Al ver que la gente me prestaba atención, cambió mi perspectiva. Ese día comenzó todo. Estudié pintura, música, teatro y danza pero fue a través de la moda como conseguí canalizar todas esas disciplinas, conocer gente interesante, viajar por todo el mundo.
BF: ¿Cuáles fueron tus influencias?
JC: El hip hop de los ´90, cuando en Torrejón teníamos que irnos a la base americana para que nos enseñaran ritmos y pasos de break. Nueva York llegaba directamente, sin intermediarios. Ellos eran el canal, detrás del cual había una búsqueda, una curiosidad latente, un interés intrínseco. Todo puede ser un canal, depende de cómo tú lo recibas, de cómo llegues a esa fuente. La búsqueda es el camino.
La influencia del hip hop es clara, pero no puedo pasar por alto el jazz, la poesía y la pintura. Es difícil de explicar pero de alguna forma, cuando hago poesía, canto. Cuando canto, hago poesía. Y cuando diseño, pinto y canto.
BF: ¿Cuál es tu papel en cuanto al proceso productivo-creativo?
JC: Siempre he tenido mucha conciencia social. He viajado por todo el mundo, he hecho voluntariado desde muy joven, dado clases en Asia para Naciones Unidas sobre cómo detectar manufacturas y plantaciones de algodón ilegales… El resultado de toda esa labor ha sido la colección End of Prohibition, en la que garantizo el control total a lo largo de todo el proceso de producción. Desde el minuto cero, hasta el arte final.
Creo que es fundamental involucrarse, tomar responsabilidad de tu arte, porque es tu carta de presentación, lo que te representa. A fin de cuentas, todos somos una marca. La clave es mirar a los demás sin miedo ni prejuicios, no luchar por lo que los demás esperan de nosotros, pues somos nosotros los que debemos crear nuestro propio camino.
BF: ¿En qué momento te planteaste crear una página web? ¿Por qué Befresh?
JC: La página web surge como resultado de la evolución. Todo empezó haciendo y vendiendo camisetas en Fuencarral. La idea funcionó pero no lo suficiente. Era el momento de crecer, así que me puse a estudiar diseño de moda, quería ser autosuficiente y que nada me limitara. Como recompensa a ese esfuerzo, y antecedente de los demás, llegó la London Fashion Week en 2013.
Befresh aparece cuando al llegar allí me doy cuenta de que me falta la mayoría de cosas que necesito: imagen corporativa, tarjetas, página web… Me ayudaron a organizarme, pero sobre todo me demostraron que además de grandes profesionales, son personas que representan a una empresa y no al revés.
BF: ¿Qué importancia tienen para ti las redes sociales?
JC: Ninguna, no me gustan. Bajo mi punto de vista, las relaciones que se establecen en las redes sociales son terribles porque se basan en la desconfianza y en la falta de privacidad. Todo el mundo puede ver lo que haces, incluso sin tú saberlo. Confieso que no utilizo mis perfiles personales, prefiero el cara a cara. Y los profesionales, solo como promoción.
Me ha costado mucho adaptarme a ellas pero sé que hay que utilizarlas porque somos seres sociales, vivimos en sociedad y evolucionamos con ella. Al final, la ropa es el medio para expresarnos, la pintura cómo vemos la sociedad, la música cómo la escuchamos y las redes sociales cómo la percibimos. No podemos alejarnos de ella, tenemos que progresar conjuntamente. La clave está en romper barreras, romper los muros de “esto te gusta” y “esto no te gusta”. Hay que ser uno mismo. Representar nuestro propio branding.
BF: ¿Cuál es tu estrategia de comunicación en redes sociales?
JC: Antes ponía un post en alguna red social y lo compartía en las demás, pero tras un intenso proceso de reflexión llegué a la conclusión de que era necesario definir una estrategia concreta para cada una de ellas. Me resultó fundamental decidir quién era y quién quería ser en cada red social. Un ejercicio de reflexión, humildad y responsabilidad que recomiendo a cualquier persona y/o empresa.
Ahora es cuando más estoy utilizando Instagram, a raíz de que la gente empezara a interesarse sobre la perspectiva con la que abordo mi trabajo, mi filosofía creativa. Intento reflejar cómo me siento, cómo entiendo la moda, de la misma forma que la entienden Balenciaga, Kenzo o Hasamoto. No busco es la diferencia. Si caes en eso, te conviertes en uno más. Por el contrario, si buscas tu esencia, teniendo como estrategia ser tú mismo, la gente te seguirá.
BF: ¿Cómo interactúas con tus seguidores?
JC: Desde un nivel personal. En Instagram, me he propuesto hacer tres publicaciones al día y pronto empezaré con Twitter, pero al llevar a cabo todas las fases del proceso de creación de mis diseños, cuento con mucho menos tiempo del que quisiera. Que la gente me escriba es lo que me motiva, lo que me hace continuar, hasta el punto de que artistas de renombre se han puesto en contacto conmigo, como es el caso de Christian Hook, el único artista vivo con 5 cuadros expuestos en la National Portrait Gallery.
BF: ¿Por qué Londres?
JC: Supongo que todo se limita a que odias lo que amas. Odio España, aunque sé que Madrid ha sido la ciudad que me ha dado la posibilidad de crecer. Creo que los 50 años de dictadura y programas como Mujeres, Hombres y Viceversa han hecho mucho daño a nuestra cultura. No me siento identificado con ella. A mí me representa el flamenco, Picasso, Dalí, Lorca, el hip hop de antaño, la gente, mi madre, mi padre, mi hermano, mi sobrina Zahara… aunque confieso que al tomarme una Alhambra en Malasaña, fluyo rápidamente al pasado “idílico” de mi infancia y juventud.
Me voy de España porque me quedo estancado. Todo era un caos, de alguna forma necesario para ponerlo todo en orden. No voy a venderme, no voy a dorarle la píldora a nadie para llegar a ningún sitio. Soy inteligente, no sé si talentoso, pero lo que sí tengo claro es que pongo una gran dosis de amor en todo lo que hago, y en España eso siempre ha provocado envidia, ya que he dedicado muchos años de mi vida a formarme para llegar donde estoy.
No quiero ir a España. Quiero ser un ejemplo de esfuerzo y de constancia. Quiero transmitir que hay que moverse, no vale estancarse en la rutina del parque y la litrona. Puedes ser un chico de barrio en todo lo que haces mientras creces hasta el infinito y conoces a gente súper interesante.
BF: ¿Cómo ves a Chico de Barrio dentro de 5 años?
JC: Como un cultural movement. Lo veo, lo estoy viendo como una identificación del público con lo que hago, ese es mi verdadero don: saber dónde mirar y dónde no.
Y hasta aquí la charla con Chico de Barrio, un ejemplo de esfuerzo y dedicación que rebosa arte por los cuatro costados. Gracias Jamal, por el tiempo que nos has regalado pero sobre todo por apostar y confiar en nosotros desde el principio.